Afortunada y desafortunadamente ninguno de nosotros tiene todas las preguntas ni todas las respuestas. Esa verdad, para empezar, nos pone en un lugar vulnerable y poderoso a la vez. Tienes en tus manos el poder de tomar cualquier decisión, darle el giro que quieras a las cosas y dado a qué no estás seguro de lo que pasará estás arriesgándote a vivir las consecuencias, buenas o malas. Entonces, ¿quiénes son las personas que dijeron que cierta cosa o decisión están bien o mal? Todos esos caminos preestablecidos que te conducen a una vida modelo, conductas, normas, apariencias, ideas, todo eso que está dictado y escrito… ¿qué pasa si no se sigue como se ha dicho o aprendido? ¿Acaso estaríamos condenados al fracaso o a la infelicidad? El éxito, la felicidad, la trascendencia son metas que tenemos en común pero caminos para llegar a ellos existen muchos.
Nuestras decisiones son tomadas por nuestra cabeza y nuestro corazón el cual está ligado a la intuición. Cada día nos encontraremos con problemas y decisiones que tomar, algunas como decidir qué zapatos usar, a dónde ir a desayunar, cambiar de corte de pelo, escoger a tus amigos, qué estudiar, dónde trabajar, tener hijos o no, casarte, viajar, abrir un negocio. Decidir entre una cuestión u otra va ligada a elegir entre lo bueno y lo malo, lo correcto, lo incorrecto, lo más lógico o la idea más extravagante o estúpida y lo mejor de todo: a la larga, la suma de todas esas elecciones te llevarán a alguna parte.
Freya Stark dijo “Il ne peut y avoir vie, de vraie vie quand les choses en lesquelles nous croyons sont différents de celles que nous faisons” (No puede haber vida, verdadera vida cuando las cosas en las que creemos son diferentes a las que hacemos). ¿A quién le suena algo en la cabeza al leer esta frase? ¿Quiénes de entre nosotros tiene sueños o ideas apagadas o “frustradas”? Estoy segura de que alguna vez nos hemos detenido o hemos suspendido algo por creerlo imposible o loco. Sería bueno que por unos minutos nos desprendiéramos del mundo para estar con nosotros un momento a solas y saber qué es lo que realmente nos mueve o le da inspiración a nuestros días, abrir los ojos y estar seguro de que ese trabajo, esos estudios, la vida que llevas en cierta ciudad, la gente con la que te rodeas es lo que tú querías para ti.
La vida está llena de opciones, hay tantas alternativas para todo, tantas cosas qué hacer, que conocer, miles de cosas por aprender, gente que ayudar, problemas pro arreglar y eso puede hacer un poco más difícil nuestras elecciones o desviarnos un poco. ¿Qué es lo que había querido para mí? ¿Realmente me identifico con la vida que estoy llevando? Cada uno de nosotros puede llegar a ser su mayor enemigo, el que maquila el propio boicot a sus sueños o proyectos. ¡Dejémonos llevar un poco más!
Cada vez que elijes te estás creando a ti mismo. Tú eres el que saboreará el gusto de haber alcanzado algo bueno, o el que tendrá que remendar algunos errores pero al fin y al cabo tuyos y de nadie más. No olvidemos a los otros pero recordemos que cada quien tiene metas, deseos y posibilidades diferentes, tal vez el molde no es el nuestro y tenemos que buscar el propio, uno tan único capaz de ayudarnos a sentir y vivir.
“We spend too much looking at the outiside world and too Little looking at our hearts and souls” Confucius
Lucía Zan
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