Pienso luego amo

El amor de pareja puede ser definido de muchas maneras según la percepción personal de cada quién. Por ejemplo, a pesar de haber crecido en un lugar donde siempre se me decía que el amor es la cosa más hermosa y pura del mundo, más bien mi visión del amor es otra. Para mí el amor es una droga y al estar enamorada siento que paseo en montaña rusa mil veces durante un día soleado. Ciertamente otras personas manejan distintas percepciones acerca del amor y del enamoramiento, lo cual hace las cosas más interesantes.

Una vez conocí a un chico imposibilitado de amar por sí solo, razón por la cual evocaba y recreaba las escenas de sus películas favoritas. Lo anterior no era fácil de apreciar a simple vista, empero tuve la oportunidad de actuar en alguno de sus proyectos cinematográficos llamado noviazgo. La forma perfecta de replantearme nuestra relación fue compararnos con los personajes principales de la película El Lado Oscuro del Corazón del afamado director Eliseo Subiela. Considero que no hubiera habido ningún problema si el personaje masculino no fuera en la historia un escritor iluso y desgraciado que de paso vivía en la miseria y promiscuidad absolutas mientras que ella, la heroína de la historia, simplemente era una prostituta que podía volar. ¿Raro verdad? ¡Carajo! ¡Pero si cada quien puede pensar lo que se le plazca! Es sólo que, al ser yo la agraviada naturalmente decidí darle cortón a, ahora sí, tan peculiar personaje.

En fin, alguna otra vez conocí la historia de la famosa “amiga de una amiga” que no podía dejar de amar a no uno sino a dos novios. La culpa y el remordimiento aparecían esporádicamente y sólo ante dos situaciones: la primera era cuando alguna de sus amigas la recriminaban y exhortaban a dar por terminada alguna de las dos relaciones y la segunda se daba cuando estaba a punto de ser descubierta por alguno de sus dos novios. El resultado era mucho llanto, pero escapadas llenas de adrenalina a cualquier destino lejano de su ciudad origen. Sí bien la chava en apariencia tenía la capacidad mental (y emocional) para lidiar con dos relaciones simultáneas, su comportamiento denotaba su falta de autoestima al momento de buscar en otras personas aquello de lo que ella carecía o consideraba que carecía.

Sin embargo considero que enamorarse no es una actividad que uno pueda planear y esperar resultados positivos inmediatos; creo que uno se enamora de otra persona por que encontró algo que buscaba o necesitaba en una pareja en ese momento. Algunos tienen suerte y en lugar de viajar en montaña rusa, pasean en velero. De igual manera pienso que no importa la edad que se tenga o el contexto social en que se haya desarrollado, falta respeto y consideración a la mera hora de replantearse lo que es el amor y como nos sentimos al momento de enamorarnos. Si todos nos preguntáramos desde un principio que es lo que nosotros reconocemos como amor e identificáramos la manera en que nos enamoramos de otra persona, nuestra experiencia del amor sería simplemente positiva.

Finalmente quisiera agregar que no basta con poner en orden nuestros pensamientos y fijarnos estándares acerca del amor ya que no podemos aspirar a tener una relación si no nos podemos amar a nosotros mismos. La grandeza del amor estriba en base al amor y respeto que nos tenemos primeramente a nosotros mismos y será sólo en función de ese amor que podremos ofrecer lo mismo a otra persona que consideremos digna. No olvidemos que aunque tal vez tengamos que curar muchas heridas del alma relacionadas con desamor siempre quedarán las cicatrices para mostrarnos OTRA forma de hacer las cosas en una relación.

A. Zan