Sin embargo, seguimos siendo ilegales. Si nos quedamos con la primera impresión de estas palabras se puede escuchar natural y bonito, podemos pensar que efectivamente todos tenemos derecho de estar aquí y que así es.
Pero que pasa cuando abrimos mas lo ojos, nos informamos a través de periódicos, radio, documentales, testimonios de gente real, una visita a las colonias de las afueras de la ciudad. Las cosas toman otro color y se presenta otra cara de la moneda.
En Latinoamérica el problema esta latente, sabemos que la migración de hispanos hacia los Estados Unidos es un conflicto vivo, actual y, más que todo, grave. Gente que se decide a dejar sus países para buscar una mejor vida, dejan su casa, se arriesgan a cruzar países enteros y a tratar de cruzar la frontera. Todo con ese objetivo de trabajar, juntar dinero y mandarlo a sus familias para que puedan llenar las necesidades básicas, las cuales todos deberíamos tener.
Podría decirse que es un viaje de trabajo. Es un viaje de trabajo sin el vuelo y el cuarto de hotel business class, sin el desayuno americano con los clientes y a cambio esperar y correr detrás de un vagón de tren en el que, al subir, no sabes a quien o que vas a encontrar. Nadie los espera, en este viaje van solos. No es para nada un viaje de negocios, es uno que se ve lejano, borroso y ciertamente peligroso en el que se pueden topar con deportación, maltrato, malas condiciones de vida, deportación y hasta la muerte.
Este fenómeno social no solo se presenta en nuestras fronteras, no solo son hispanos los que forman parte de las cifras. En Europa, diariamente cientos de personas de países de África, Asia, Europa del Este tratan de cruzar a los países de este continente y se enfrentan a los mismos obstáculos que los hispanos, las mismas razones, circunstancias similares, peligro e incertidumbre.
En la vida real todos somos ilegales. No tenemos la libertad de viajar, necesitamos comprobar quienes somos, de donde venimos, ‘por que quieres entrar a mi país?’ ‘ Por que no te quedas en el tuyo?’ Y la típica pregunta, ‘vienes aquí para trabajar?’.
El planeta de pronto ya no es nuestro hogar. Depende de que país provienes, es el numero de obstáculos que te vas a encontrar: la diferencia entre primer y tercer mundo. Algunos somos más ilegales que otros.
En países como Estados Unidos, Italia, Francia, Inglaterra los gobiernos están haciendo las leyes migratorias cada vez más severas. El pasado 22 de septiembre en Calais, Francia en un lugar conocido como “La Jungla” tuvo lugar un encuentro entre policías y migrantes de Afganistán. Es un lugar en el que estos migrantes acampaban (algunos desde hace ocho meses) esperando poder cruzar a Inglaterra. Ese día por ordenes del gobierno de Francia, la policía destruyo con bull dozers los campamentos, en algunos casos con uso de la violencia, los migrantes fueron detenidos. Las imágenes en los medios fueron fuerza, llanto, resistencia, apoyo de grupos defensores de derechos y en el aire la pregunta de “¿Cual es la solución a este problema de carácter global?”
Es gente buscando un trabajo y aunque se escuche trillado, quieren mejorar su vida, quieren lo mejor para su familia. Van a un país conocido como ‘de primer mundo’ a buscar un trabajo que no será muy bueno sino uno considerado ‘ilegal’ o del tipo de trabajos que nadie quiere hacer. No importa en donde trabajes; en la cocina de un restaurante, recogiendo basura, haciendo trabajos de albañilería ya que hagas lo que hagas tu trabajo será considerado ilegal.
Las sociedades continúan creciendo progresivamente y encontrar un balance se ha vuelto una tarea compleja y complicada porque, además de que no es fácil, no muchas personas están interesadas en encontrar ese balance social. ¿Cual es el principal obstáculo que nos impide encontrar ese equilibrio en el que el trabajo es compensatorio y garantía de una vida de calidad? Esto no esta solo en manos de los políticos o diplomáticos, también esta en cada uno de nosotros.
Por un lado si todas las personas que quieren entrar a un país lo hicieran, se perdería el control y el balance seria incluso mas descontrolado y por otro, cual es la razón por la que tantas personas están saliendo de sus países por falta de oportunidades, de que forma responden sus propios gobiernos? De que manera respondemos todos los demás? De alguna forma, aunque no estemos en las mismas condiciones somos parte de las circunstancias que forzan a millones de personas alrededor del mundo a salir de sus países.
Como personas, seres humanos sensibles y recíprocos podemos ser más tolerantes, respetar las condiciones de los otros, ser solidarios, ayudar, promover estos valores y cooperar. Sin embargo, esto es solo una parte de la ayuda que los migrantes necesitan y de la solución al desbalance social que da origen al problema. De una manera menos explicita todos estamos siendo afectados. Por que no es posible encontrar trabajo, oportunidades y medios para vivir en nuestros propios países? Por que para algunas personas tener un lugar para vivir es solo un sueno? Por que tu trabajo solo te da lo suficiente para sobrevivir?
Si culpamos solo al sistema, al gobierno, a las leyes migratorias, nos estamos lavando las manos ante nuestra responsabilidad de hacer que la sociedad funcione beneficiando a todos, mejorar las condiciones de nuestra vida y de la de los demás. Por eso tenemos que exigir, exigirnos, trabajar, dar oportunidades, dar la mano, poner esfuerzo, presionar. Si dejamos toda la carga en los políticos, los migrantes o en las fuentes de trabajo, no lograremos mejorar.
Suena fácil, pero ayudar a otros o conocer y hacer valer nuestros derechos es un gran paso que como sociedad necesitamos para que las cosas ya no sigan como siempre. Vivimos en una época en la que deberíamos de estar eliminando todos los muros y barreras y en lugar de eso estamos construyendo más. La vida se hace más agradable para unos cuantos a costa de la de millones. Aunque la migración ilegal no sea nuestro caso, somos parte de la comunidad y por consiguiente un tanto responsables.
El progreso es posible, cual es nuestro rol en esta tarea?
Lucía Zan
Yo estoy convencido que la solución está en que no haya naciones-estado.
ResponderEliminar¿cómo se puede reclamar y exigir fraternidad universal, denunciar el odio entre nacones si uno se aferra a una de ellas?
... alguien por ahí alguna vez preguntó...
Es contradictorio, es como buscar la igualdad a partir de la exaltación de las diferencias.
Buen post,
Saludos a So. Zan que cumplió años
I am totally in agreement with your point : "no one is illegal" --One person is born in a "country called A" and another person is born in "a country called B", neither by choice. It is all random. People have artificially drawn a border between A and B, and are keeping one people away from the other- This is no different than the "tribalism".
ResponderEliminarWe are all forced to get around these artificial barriers by getting a paper. You get a paper and you become "legal". You do not have a paper and you are illegal.
The absurdity of the paperwork nonsense is illustrated by a true but funny example as follows:
The blue-eyed Scotish and German descendant "real" American wife of a naturalized US citizen had to get an Iranian passport (technically become a US citizen) just to travel to Iran for two weeks to visit her ailing in-laws just because her US naturalized husband was born in Iran !! And, more funny yet, Iran does not know (or care) that she is citizen ad US would not know that she "is an Iranian citizen."
Knowing these complications, I remember my good and wise mother always telling us " Never question for its logic ---Get all the papers that you can--whether you need them or not--you never know when you might need them....
Correction: In the comment above in the 8th line --In parenthesis : supposed to be: (technically become an Iranian citizen)
ResponderEliminarThank you all for your comments.
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